Pronunciamiento Caso Chevron: Nada hay que celebrar

 

Caso Chevron: Nada hay que celebrar 

El laudo arbitral emitido bajo el marco del Tratado Bilateral de Inversiones (TBI) en el caso Chevron, que condenó al Estado ecuatoriano a pagar una indemnización de aproximadamente USD 220 millones a la petrolera, ha generado una profunda controversia. Este resultado. cuestiona la conveniencia de acogernos a TBI en condiciones tan asimétricas entre el Estado Ecuatoriano y las empresas transnacionales, como, por ejemplo, que en estos tribunales arbitrales el Estado puede ser demandado por las empresas, pero no puede demandar a estas últimas. 

La Procuraduría General del Estado ha celebrado el laudo como una victoria, pues según ellos, el país se habría ahorrado más de 3000 millones de dólares. Sin embargo, la realidad es que las operaciones petroleras de Texaco que luego se fusionó con Chevron), dejaron una estela de contaminación por malas prácticas operativas que afectaron al ambiente y a la salud de las comunidades aledañas. Las comunidades demandaron a Chevron y le ganaron la demanda por lo que la petrolera fue condenada a pagar alrededor de 9.500 millones de dólares a los demandantes. La ejecución de la sentencia fue persistentemente bloqueada a nivel internacional por los abogados de los perdedores. En realidad, el Estado, las comunidades y el país han perdido alrededor de 9.720 millones de dólares (9.500 millones de la sentencia, que no cobramos, más 220 millones que hay que pagar a los contaminadores), sin contar las afectaciones a la naturaleza y a la salud de las personas, y los futuros costos de a IV fase del arbitraje internacional donde se definen las costas y gastos del proceso. ¡Nada hay que celebrar! 

El Impacto Crítico: Pérdida Ambiental y Soberanía

Una visión crítica sostiene que estamos ante un escándalo de injusticia a favor de una multinacional y en contra de un Estado pequeño como Ecuador. Esta condena representa una doble pérdida catastrófica para el país:

Pérdida Financiera y Ambiental: 

• Ecuador no solo perdió los más de USD 3.000 millones que se habían demandado por indemnizaciones medioambientales y humanas, sino que ahora el país terminó pagando a la petrolera. 

• La suma de USD 220 millones se destinará "afuera" en lugar de utilizarse en áreas críticas como salud y educación. 

• Además, el país se queda con los pasivos ambientales millonarios, y no habrá reparación efectiva a las comunidades ni a la naturaleza por la contaminación realizada en la Amazonía. 

Pérdida de Soberanía: 

• El caso Chevron es visto como un episodio vergonzoso en la historia ecuatoriana. 

• El hecho de que, debido a la existencia del TBI, un tribunal foráneo tenga la potestad de invalidar sentencias nacionales, coloca a Ecuador en un estado de sumisión y vulnera irremediablemente su soberanía. 

Influencia Corporativa: 

• La victoria de Chevron es atribuida a su inmenso músculo financiero (cuyo presupuesto de inversiones es más de seis veces superior al del Ecuador) y a la influencia diplomática y política del gobierno de Estados Unidos sobre organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, organismo al que el país acude recurrentemente para tomar préstamos. 

• Se señala que los jueces arbitrales que procesan estas causas, tienen un historial de parcialidad a favor de las multinacionales. 

Conclusión del Frente de Defensa Petrolero Ecuatoriano

Aunque la defensa logró mitigar el monto de la condena, el resultado final es inaceptable: el país no recibirá separación por los daños ambientales y humanos, sino que debe indemnizar a la empresa que fue demandada inicialmente por la comunidad y que es responsable del ecocidio en nuestra Amazonía. Este laudo es una derrota para la justicia ambiental y la soberanía del Ecuador, por lo que debemos reforzar los cuestionamientos respecto de otorgar competencias a árbitros internacionales para anular sentencias nacionales. 

10 diciembre de 2025